PERSONALIDADES DEL SALÓN

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No importa el día que sea, a Juan siempre le duele la cabeza, el estómago y la espalda. Adelante de él está María, quien trata que no se le vaya ni un sólo detalle de la clase y toma apuntes hasta de lo que no le piden. En otra fila está Karla quien siempre sonríe, les cae bien a todos y si se trata de organizar alguna fiesta, viaje o trabajo, es la primera que salta para hacerse cargo. Ángel se sienta en el último lugar de la fila para poder hacer lo que quiera sin que el maestro lo vea. En otro asiento está Alex, el número uno del equipo de fútbol de la escuela; y así, dentro de un salón de clase, cada niño es un mundo, con su actitud ante la vida y personalidad, lo más importante es que el maestro conozca a cada alumno y lleve un registro para detectar si su conducta es natural o será por alguna situación en casa.

Los maestros tenemos que estar preparados para todos estos tipos de personalidades. Tenemos que tener mucha comunicación con los papás de los alumnos para saber qué problemática pudieran tener para integrarlos. La especialista (Psic. Josefina Cruz), recomienda hacer con frecuencia dinámicas para fomentar los valores en general.

A continuación, se presentan las personalidades que más suelen aparecer en un salón de clases.

El Líder

Hay niños y niñas que son desenvueltos por naturaleza, tienen la facilidad de entablar conversaciones, de delegar y al resto de los compañeros les gusta estar con ellos. El niño líder le cae bien a la mayoría, se les facilita organizar, delegar, organizar los trabajos, las fiestas, a veces no son muy exitosos académicamente, pero ellos le ayudan mucho al grupo. Son muy divertidos, son los que siempre logran una chispa en cada conversación y cada comentario, son los que siempre buscan, de hecho, el maestro puede llegar cansado o enfadado al salón de clases, pero siempre con un comentario de el “líder” con su chispa única, levanta el ánimo.

El Deportista

Los papás deben tener precaución para no saturar a sus hijos con clases extracurriculares, con la idea de que destaquen en algún deporte que ellos no pudieron practicar. También debe haber un balance porque a veces no cumple con las tareas en la escuela, pero se sienten protegidos por su talento en el deporte, ven que destacan y reciben los aplausos de las personas. Los niños empiezan a elevar su ego y lo que hacen es perder un poco en la cuestión académica porque están saturados. Si a tu hijo le está yendo mal en calificaciones y está en un equipo de la escuela, tienes que saber qué es prioritario.

El Desganado

Con el alumno que seguido muestra apatía en clase, se tiene que revisar cuáles son sus talentos, qué es lo que le motiva y de ahí partir para que crea en sí mismo.

Josefina Cruz, considera que es importante descartar que el niño esté pasando por un proceso de duelo, de shock postraumático o que su actitud sea por algún suceso en casa. A veces es por algo tan simple y sencillo como que el niño tiene todos los aparatos electrónicos con él y pasa mucho rato con ellos, entonces no está descansando lo que debería

El Aplicado

Hay niños muy aplicados y responsables en sus estudios que tienen un coeficiente intelectual alto y con ellos el maestro debe buscar actividades para que se sientan integrados al grupo. Sin embargo, hay alumnos que, aunque son muy aplicados y responsables, no tienen un coeficiente intelectual alto, pero son de esa forma porque en casa les ejercen mucha presión para que saquen buenas calificaciones. A veces cuando realmente no es tan inteligente, pero se está esforzando mucho porque en casa lo presionan de más, el niño no va a ser feliz, por esa razón es bastante importante tener esa comunicación con los papás. Si el niño baja de lugar en calificaciones, nos hemos dado cuenta que los papás se molestan. No es un niño feliz porque no está dando el 100 por ciento porque lo quiera dar, sino porque se lo están exigiendo. Hay ocasiones en que los niños tienen el compromiso de ser perfectos en la escuela para agradar a un miembro de la familia, y por no decepcionarlos siempre buscan ser excelentes, olvidándose de socializar.

El Gamer

Está el típico que trae su videojuego consigo y está el día en las novedades, al grado de que se convierte en obsesión. Los especialistas coinciden en que los papás deben poner horarios para el uso videojuegos y aparatos tecnológicos, porque cuando es excesivo puede repercutir en calificaciones, en la forma de relacionarse con sus compañeros y en su salud, por ejemplo la vista. Los niños a veces están tan inmersos en los videojuegos que adquieren la personalidad de algunos personajes. ¿Y qué es lo que pasa? Obviamente van a despertar el morbo o la burla de sus compañeros porque están adaptando otro tipo de personalidad, pero eso es también por la carencia que tienen de su propia personalidad, precisamente porque los papás no les ponemos la atención debida.

El de los “pretextos” o que se siente mal

Cuando el niño dice ‘no puedo’ hay que enseñarle que todo se puede y querer es poder, los niños que siempre dan pretextos por lo regular lo han aprendido en casa. El que siempre se siente mal, también eso siempre es aprendido cuando escuchan a sus mamás o papás decir ‘estoy cansada’, ‘me duele la cabeza’ o ‘no tengo tiempo’ para justificar algo y siempre son excusas. Si los niños con frecuencia dicen que se sienten mal, se recomienda a los papás hacerles un chequeo médico y ya con los resultados abordar con el niño el por qué da esa justificación.

El Estirado

Cuando el niño carece de suficiente seguridad en sí mismo, asume otra personalidad para guardar las apariencias, como considerarse superior al resto de sus compañeros por las posesiones y/o status de su familia. Muy seguido sucede que es una actitud aprendida en casa. Nosotros tenemos que aterrizarlos, tenemos que decirles quiénes son, que todas las personas somos diferentes y no hay ninguna manera de competir. La psicóloga Mary Ramírez añade que los menores generalmente buscan reconocimiento, por eso los papás deben enseñarles a equilibrar sus cualidades.

El bully

El chico con mala conducta o que suele molestar a sus compañeros busca llamar la atención y se debe descubrir el fondo de lo que provoca esta situación, coinciden especialistas. Tenemos que ver la situación de la familia, qué es lo que está pasando ahí, puede estar sufriendo abusos en su casa, de sus hermanos mayores u otro familiar. A veces lo que quieren no es causar una molestia sino causar gracia, es decir, ser observado.

El que quiere quedar bien

La búsqueda de agradarle a un maestro puede ser una conducta aprendida en casa, por eso seguido intenta hacerle favores, llevarle obsequios y decir lo que el profesor quiere escuchar. Cuando pasa eso, los niños aprendieron que de esa manera les van a estar gratificando por cosas, si le llevo a la maestra todos los días un dulce o un lonche, yo sé que la maestra va a estar de mi lado y va a pasar por alto mis actitudes.

En conclusión

El niño es listo, pero nunca quiere hacer la tarea o siempre quiere quedar bien con los demás, los maestros deben estar atentos a las necesidades de cada alumno según su forma de ser, tenemos que tener mucha comunicación con los papás de los niños y viceversa, conocer a nuestros niños, a cada uno de ellos y saber qué problemática pudieran tener.

Fuente:
– Josefina Cruz, Psicóloga Clínica Infantil y Directora del Instituto Sigmund Freud.
(Mural, 2015)
//NN

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